Si esta Semana Santa la has aprovechado para viajar o descansar además de sentir la pasión de la semana en sí misma, quizá hayas utilizado tu tiempo para subir al Llano de la Perdiz. Allí, en una de las colinas que rodean la Alhambra, se esconde una utilidad que no todos conocen y que sin embargo está a la vista de cualquier curioso.
En este lugar están además de las zonas destinadas para el recreo con la familia o amigos y un par de campos de fútbol, un reloj de sol. El mismo artilugio que algunos observan caminando hacia la parte norte del llano es en realidad la utilidad perfecta para quienes no quieran hacer uso de la tecnología del siglo XXI. La bola central que tiene esta circunferencia de piedras permite que los rayos solares se proyecten sobre el suelo informando de la hora diurna.
No solo eso, también supone que podamos disfrutar de una buena guía para saber qué picos de montaña vemos delante de nuestros ojos y a qué altura están.
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